A decir verdad, nunca se me ocurrió pensar en cómo sería debatir sobre un libro con un grupo de personas mucho más experimentadas en ello que yo. No hasta que Isabel Oriol, profesora de Lengua y Literatura, me ofreció asistir a una de las tertulias que realizan nuestro instituto y el IES Peñacastillo.
Al principio esquivé un poco la propuesta, pero acepté leer el libro sobre el que se debatiría. Me sorprendió que fuese un cómic, y, a pesar de que no había leído ninguno en mi vida, me lancé a la aventura. No me arrepiento de haberlo hecho, ya que Las Meninas de Santiago García y Javier Olivares se ha convertido en una de las obras que recomendaría sin pensármelo dos veces. Aunque pueda resultar un tanto confuso, con muchos saltos a diferentes momentos del pasado de nuestro protagonista Velázquez y de otros tantos artistas, como Picasso o el Españoleto, los autores han sido capaces de orientarnos y, por supuesto, de hacernos pasar un buen rato. Aunque Google no pudo faltar mientras leía, tampoco faltaron las ganas de seguir y seguir.
Cuando lo hube terminado no tardé en acercarme a la persona que me ofreció asistir para decirle que con mucho gusto iría. No os voy a mentir, la opción de meter mil y una excusas para no ir no faltaron, ya que el miedo de no haber entendido correctamente lo que la obra quería decir en realidad y quedar en ridículo estaba muy presente en los diez minutos previos a la hora de la verdad. Por suerte, cumplí mi palabra, y a las cinco en punto estaba en la biblioteca del centro, observando la cantidad de profesores que había sentados en la mesa, tanto de asignaturas de letras como de ciencias.
Pasamos una hora sin parar de comentar todos los detalles del cómic. Nuestras viñetas favoritas, las referencias históricas, las apariciones de otros artistas y cuadros…El tiempo pasó volando. Sin duda, una experiencia que repetiría siempre que fuese posible.
Y, por último, si queréis asistir y tenéis dudas o miedo de sentiros desplazados/as o de equivocaros al comentar algo, olvidad todas esas ideas erróneas y asistid. Como dije anteriormente, hay que lanzarse a la aventura, porque podéis descubrir cosas fantásticas que están mucho más cerca de lo que creéis.
Anna Sirbu de 2º ESO A
¡A gusto en el Augusto! 
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